El arrepentimiento no suele ir muy ligado a mi vida. No soy impulsivo, pienso antes de actuar y trato de tomar la mayor cantidad de factores en consideración, precisamente para evitar hacer daño, y así evitar el arrepentimiento. No es que no me guste ser espontáneo, todo lo contrario, y cuando actúo impulsivamente el arrepentimiento es casi nulo, porque son pequeñeces. Pero el hilo general de mi vida si me gusta tenerlo controlado. Me molesta ir a la deriva. Mientras te dejas llevar por la corriente no hay razones para vivir, vives y ya.
Pero por más comedido que seas, no puedes saber las reacciones de los demás. Por más que analices todas las circunstancias, nunca tendrás la certeza de recibir una determinada respuesta. No lo digo como algo malo, eso es bueno, ¿qué sentido tendría vivir sabiendo siempre lo que se viene? Se siente bien recibir una respuesta positiva cuando no sabes que esperar. Pero, cuando pasa lo contrario, no se siente bien. Y ahí es cuando vienen las decepciones.
Muchos nos blindamos de las decepciones manteniendo expectativas remotas ante los hechos que más nos afectan. Decidimos volvernos apáticos. Decidimos acostumbrarnos. Decisiones cobardes, pero evitan que colapses. Las expectativas, los deseos, son gran parte del todo, y sin ellos no estás completo. Por eso es que no te molesta cuando la respuesta es negativa. Estabas incompleto. I never fall apart because I never fall together - Andy Warhol.
Incompleto no puedes ser feliz. Reprimiendo tus deseos no puedes ser feliz. De todas formas, ¿quiénes son realmente felices? Pocos son los afortunados que consiguen las cosas, porque para ser feliz no sólo tienes que saber como vivir, sino que también influye un poco la suerte. La causalidad más que todo, pero que sin duda alguna es afectada por la casualidad también.
Incompleto te mantienes en un nivel intermedio. Nunca tan mal, pero nunca tan bien. Si decides completarte puedes estar en cualquier lado, desde lo más alto hasta lo más profundo y oscuro.
